5 de abril de 2012

Ricky

Portada Vanity Fair, Abril 2012
Pocas veces he sentido la necesidad imperiosa de desplazarme a un kiosko a comprar una revista, simplemente por ver una fotografía de la portada en algún perfil de cualquiera de mis amigos de facebook... Tan solo con ciertas películas, en cuyos casos sí sentía esa necesidad... y poco más.
Sin embargo, esta semana sí he sentido esa necesidad, cuando descubrí que la edición española de Vanity Fair incluía una extensa entrevista con el hombre del momento: Ricky Martin.
Y no solo eso, también un precioso y tierno reportaje fotográfico con sus dos hijos, y una instantánea donde (al fin) le ponemos cara a Carlos, el hombre (afortunado) que le ha robado el corazón.

Ricky Martin es, y siempre ha sido, una especie de icono sexual, de hombre perfecto, de artista como pocos. Con su música ha movido el mundo durante los 90, y ahora vuelve a hacerlo con un disco que (al menos para mi) tiene un gran significado (mas, mas, mas a la vida...), una biografía que le situó en todos los focos por lo que en ellas cuenta de sí mismo (muy valiente, sin duda...) y, como se anuncia en esta entrevista, a punto de estrenar (si no ha estrenado ya) el musical "Evita".
Era el hombre perfecto en el campo físico, y lo sigue siendo... pero tras leer cuidadosamente el reportaje de esta revista, no me cabe la menor duda de que su perfección es mucho más que un rostro cincelado por ángeles, unos músculos de experto bailarín, o una voz que te atrapa...
Durante el recorrido que la revista Vanity Fair realiza en sus páginas, descubrimos a un Ricky Martin que es todo ternura... un hombre enamorado de su pareja, un auténtico padrazo, un hombre responsable, sincero, y con unos valores férreos que ya querrían muchos para sí.
Un nuevo fichaje español, un hombre de palabra, que antepone el bienestar de sus dos hijos al éxito de su carrera... y por ello, por todo ello, por lo que dice y lo que no, porque pienso como él, siento como él, y vivo (a mi manera) como él, tras leerle en esta revista no puedo evitar sentir más admiración (si cabe) de la que ya sentía.
Ricky Martin no es solo un artista completo, sino un hombre completo. Y eso, en los mundos de hoy... es decir mucho.
Y como joven homosexual que se siente indentificado con tus palabras, me despido con un sincero, enorme y poderoso: Gracias, Ricky.

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