18 de diciembre de 2011

(British) Ink through my veins

Ayer apareció, en la pestañita de arriba de este blog que ahora lees, un enlace nuevo. Un enlace que dice "The British Version of Me". Si has accedido, verás que es exactamente igual al blog que ahora sigues leyendo, con una simple diferencia... allí, todo cuando alcanza la vista está en inglés (o intenta estarlo, dentro de mis posibilidades).
Inglaterra, Gran Bretaña... Londres, han sido siempre parte de mis sueños. Una pequeña parte a veces, o grandiosa en otras, pero siempre presente. No se muy bien el por qué ese país me atrae de esta forma, pero así es. Hay algo... británico dentro de mí. Y por eso, un blog en inglés. Porque es la forma más... no se muy bien qué decir, de practicar mi inglés escrito. Seguramente la mitad de lo que escribo allí está mal escrito, o expresado de forma incorrecta, o utilizando expresiones españolas que no existen en inglés. Habrá quien se ría de mi estupidez, quien opine que "por qué escribir en un idioma cuya gramática no se domina a la perfección". Yo les digo que cada uno hace lo que considera mejor, y para mí intentarlo es suficiente. Quién sabe, el primero está lleno de fallos... pero en un año podrían estar perfectos, y de ahí una novela... y una carrera que aquí, se me hace imposible muchas veces.
La idea, la primera idea, era comenzar el blog inglés en 2012. Pero me han podido las ganas... y la verdad es que me resulta divertido (y a veces un poco frustrante) esto de la traducción. Y ya no puedo parar de hacerlo.

2012.
Va a ser un año, cuanto menos, interesante... y eso que aún ni ha comenzado. Vamos, que ni puedo verlo o tocarlo y ya siento el vértigo de lo que pueda ocurrir. Dicen que ese año terminará el mundo. Yo se que llegará a su fin, tal y como yo lo conozco.
Quizás me mude, cambiándome de país. Hablando otro idioma.
Lo que sí está claro es que será un año de finales. En muchos aspectos. De muchas formas. El broche final a una (larguísima) etapa de mi vida. El final (eso espero) de los estudios. y otros finales... que ya se verán. Son finales que quiero que lleguen cuanto antes. Sin prisa, pero sin pausa. Finales muy meditados, muchísimo, al menos uno de ellos. Finales irrefrenables otros.
Y el año del amor. Quién sabe. Pudiera ser...

También será un año de finales (y comienzos) en el ámbito personal. Cuántas cosas he callado por no querer hablar de más, el miedo como freno y como atadura. Las esposas de la responsabilidad sujetándome con firmeza las muñecas. Cuántos silencios, cuantos sentimientos tragados y callados, cuantas cosas que he querido decir y nunca llegué a pronunciar.
He querido decirle a alguien un "te quiero" en otro idioma, pero no se lo dije (y ahora quizás es tarde).
He querido contarle a un par de personas "mi secreto", pero me ha podido la cobardía. En esto, no es tarde aún, y debería decirlo cuanto antes.
Me he mordido la lengua ante ciertas personas. Tanto, que hasta llegué a provocarme heridas en ella. No pienso hacerlo de nuevo.
He permanecido en silencio, muy quieto, sometido a lo que los demás creen que debe ser y no a lo que yo creo, o siento, o deseo.
Me he mantenido en el mismo lugar de siempre, haciendo algo que hace años que no me gusta, solo porque era más cómodo seguir que parar, porque era más fácil estar que desaparecer. Ya no.

Pero no voy a ser injusto... también hice cosas de las que me siento orgulloso, abriendo las puertas (de mi casa, en cierto modo) para ser más libre. He dado pasos que jamás creí que podría dar... y he roto muchas de las cadenas que me mantenían prisionero de la infelicidad.
Me he mostrado orgulloso, y he reconocido abiertamente que sí, no busco princesas sino príncipes azules. Aunque estos no existan y sus ropas terminen siempre destiñéndome en las manos... pero eso es otra historia. Además sí que existen, aunque hablen otra lengua y vivan en otro país.

El año presente todavía está dando su coletazos. Pero lleno de energía y decisión, espero ansioso las doce uvas que inauguran el final de una edad... y el comienzo de otra. Solo espero que los mayas estén equivocados... porque menuda gracia si después de tantos dolores y quebraderos de cabeza, no voy a poder disfrutar de... mi libertad.

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