20 de junio de 2011

Verdades... a medias

Él presumía de vivir según sus normas, de hacer cuanto quería, de cumplir sus sueños. Él crecía en su abultada vanidad, creyéndose hijo de reyes. En sus manos, el mundo maleable. Es sus labios, la verdad.
O al menos, eso decían sus labios.
Pues oculta tras los dientes, rezumando en su lengua bífida, se filtraban los venenosos efluvios de la mentira. Y las bacterias de una realidad fingida se entremezclaban con las células vírgenes de la verdad oculta. Y en secreto, siempre en secreto, verdades a medias mordían en la yugular al mentiroso que, sin quererlo, mentía.
A veces el mentiroso, se creía sus propias mentiras.
Y qué será de él, viviendo siempre a medias...

El escritor ha hablado. Y de mentiras a medias y vidas vacías cargado, con las decisiones tomadas y el destino por delante, ha decidido claudicar. Y en vez de hundir la cabeza entre la arena, en vez de huir, de callar y seguir asintiendo y sorteando golpes de manos envenenadas... ha decidido hablar.

Y que tiemble el mundo, porque es mi vida... y por ella pienso luchar!!

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