12 de abril de 2011

Cartas de Amor y Desamor

Si mi memoria no me falla, fue en 2008 cuando escribí una carta de desamor para la primera edición de unos premios convocados en mi concello natal (Vedra). La premisa de aquel concurso era sencilla: la escritura de una carta de amor o desamor, en lengua gallega, con motivo de la cercana fecha de San Valentín.
No recuerdo qué inspiró aquella carta, aunque sí el proceso de escribirla. Recuerdo haber comenzado una carta romántica, llena de sentimentalismo, desbordada de tópicos y palabras que redundaban un sentimiento latente en cualquier carta de amor. La exageración, en papel y tinta.
Entonces recordé que podría ser una carta de desamor. Una carta de las que no abundan. Nadie escribe hoy cartas con el romance como protagonista, mucho menos cartas después de que el romance se haya roto, de que los corazones estén partidos en mil pedazos, de que las lágrimas manchadas de sangre se derramen por las mejillas de un rostro contraído por el dolor.
La carta presentada a concurso no habla de mí. Por primera vez en toda mi corta (pero intensa) carrera había escrito algo en lo que yo no era más que el mensajero de un personaje irreal. Ni una sola de las palabras escritas en aquella carta salieron de mis propios labios, ni uno de aquellos sentimientos era mío, al menos en aquel momento.
Aquella carta resultó premiada.
Ahora, un recopilatorio con las cartas vencedoras en estos años de concurso se presenta ante el público, y ello me llena de orgullo. Si bien la carta en sí no llegó a satisfacerme por completo, si bien habría querido cambiar algunas palabras y modificar algunas frases (como siempre), no deja de ser una de mis creaciones llegando al gran público.
El sábado 23 de Abril, el libro se presentará al público.
Y eso me hace feliz. Pues no deja de ser otro pequeño grano de arena... y muchos pequeños granos de arena pueden, no os quepa duda, alzarse en una enorme montaña.

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