6 de octubre de 2009

Yo soy Dexter.

Ayer alquilé los dos primeros discos de la primera temporada de “Dexter” (Emitida en Cuatro, serie original “Showtime”). Fue pura casualidad, no sabía que se podían alquilar series de televisión en el videoclub. Es una de las mejores series de los últimos años.

La historia del forense que es a su vez asesino. Espléndida en cada fotograma, con buenos actores y un argumento que nos va desvelando la psicología del protagonista muy lentamente. Es como ir resolviendo un rompecabezas cuyas piezas están escondidas en las diferentes habitaciones de una mansión enorme.


“Dexter” nació primero en papel (hay tres novelas por el momento, con una cuarta en camino, publicadas en España por “Umbriel”. No he podido encontrar ninguna de ellas). Es una moda más. Antes los libros servían de inspiración al cine, ahora a la televisión… ya que muchas de las mejores series del momento surgieron de las páginas de un libro.


Volviendo al principio, ayer alquilé los primeros capítulos, seis para ser exactos (hoy alquilaré los seis últimos de la primera temporada… y luego ahorraré para comprar la segunda). Visioné el primero… y no pude parar hasta terminar el sexto. En cada episodio, narrado en primera persona por el metódico e inhumano Dexter, descubrimos la filosofía y psicología de un personaje tan frío como entrañable.


¿Es algo tan terrible que me sienta identificado con este personaje? No quiero decir que me apasione sesgar vidas como hace él. No me identifico en eso. Sí, es cierto, dentro de mí laten sentimientos descontrolados… pero donde él derrama sangre yo hago lo propio con la tinta. Pero en su psicología humana es donde encuentro similitudes. Fingir, guardar secretos, llevar más de una vida, con el temor a ser descubierto. Habla de la soledad. En uno de los episodios empieza diciendo “Me gusta imaginar que estoy completamente solo” y está rodeado de gente. ¿Cuántas veces habré hecho yo eso mismo?


Yo soy Dexter.


Si hoy me preguntasen: ¿Qué libro o personaje te habría gustado crear? Creo que diría este, sin duda. Porque… aún con todo, es lo más parecido que he encontrado a mí mismo. Un alma gemela.


Leeré los libros tarde o temprano. Mañana visionaré seis capítulos más. Y luego derramaré tinta. Aunque quizás esta vez sea tinta roja.

1 comentario:

Jan dijo...

Lo de "imaginar que estoy completamente solo" a pesar de estar rodeado de gente, no solamente lo hago; también lo busco y lo logro refugiándome en mi interior.
Entre mis amigos, tengo fama (a modo cariñoso) de ser algo "autista" y tienen razón jajaja.... Paso muchos momentos del día en ese pequeño rincón de mi interior donde encuentro paz y felicidad, abstraído totalmente de cuanto me rodea.
Lo peor, es que la gente percibe una imagen de ti como de alguien místico, pensativo, interesante... jajaja
Mientras yo, libro batallas con serpientes de diez cabezas, o soy un tritón que recorre los mares en busca de una estrella que le conceda un deseo.
Gozo de una imaginación desbordante y disfruto mucho perdiéndome en ella.

Madre mía! casi hago una entrada jajaja... Perdona Damián :$

Bss.