28 de octubre de 2009

En la inopia

Hoy vivo sin darme cuenta... porque hoy es un día extraño. Si me pongo una chaqueta tengo calor, si me la quito me muero de frío. Si escribo quiero dormir, si duermo sueño que escribo.
Qué vida más triste, que vida más dura... ¿O tal vez yo la hago triste, yo la hago más dura de lo que en realidad es?
Hecho de menos a mis amigos... ellos se tienen y yo perezco en la soledad de mis papeles blancos...
Y sin embargo hay un motivo de alegría (libros a parte) y es que, este fin de semana, me he reencontrado con uno de mis mejores amigos. Hacía meses que no le veía... y la pena es que apenas pude hablar con él. Pero así es la vida del escritor triste, así es la noche en el día...

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