16 de junio de 2009

No se lo digas a nadie.

Esta noche he soñado contigo.
Era un sueño sin duda extraño, que al final cambió y se transformó en una pesadilla (provocada por el libro que estoy leyendo o la novela que estoy escribiendo, sin lugar a dudas). Pero todo el principio del sueño… simplemente es inolvidable. Me gustaría contártelo pero dicen que si uno cuenta un sueño, del mismo modo que si dice en voz alta un deseo, éstos nunca se cumplen. Por eso no pienso contar qué he soñado esta noche. Aunque ha sido un sueño hermoso. Puedes tenerlo claro.
Nunca sabrás quién eres. ¿Con quién he soñado? Nadie lo sabe. No pienso contarlo. Aún no. Porque el amor que por ti siento es secreto, clandestino. Así me gusta vivirlo, aunque añore algo más visceral, más tierno y realista. Pero es un secreto, algo inconfesable tal vez. Quizás exagero un poco, pues no hay nada en el mundo inconfesable. Es cierto que por el momento, al menos, es algo que no quiero contar, aunque necesito contarlo.
Al despertar de mi sueño permanecí muy quieto en la cama, con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios. Quise saborear ese recuerdo con el temor de que poco a poco, como siempre, se desvanecerían los detalles de lo soñado… y no ha sido así, por lo que me regodearé en ello todo este largo día.
Mi amor es un secreto. Eso ya lo he dicho. Pero te daré una pista. Me gusta mirarte, siempre a escondidas, para que no me veas. Pero más de una vez se han cruzado nuestras miradas un solo segundo antes de que yo apartase mis ojos de los tuyos pues temía perderme en tu mirada, abandonarme a tu belleza. No se lo que sucede entre nosotros: hoy pienso que es posible, mañana estoy seguro de que no. ¿Por qué es todo tan complicado?
Ya lo se, todo es mi culpa. Tendría que hacer algo. Pero soy un cobarde, me aterra el desenlace de un amor tan intenso. Si nada sale bien podría morirme de dolor.
Por eso callo y te contemplo en secreto, cada vez que la vida une nuestros caminos en un mismo lugar. Intento grabarte a fuego en mi retina, llevarme tu imagen a casa y así, en soledad, amarte cada día un poco más mientras menguan mis esperanzas porque en realidad, muy poco se de ti.
Es un amor platónico, pero un amor sincero, intenso, vivo. Mi estómago brinca y da volteretas cuando te veo, cuando escucho tu voz. Me siento débil cuando transcurren los días sin verte, sin sentirte, sin olerte. Creo volverme loco, añorando simplemente saberte cerca.
Quizás ya tienes pareja, quizás yo te parezco horrible. No lo se. Jamás lo he preguntado. Y tal vez, solo tal vez, vivamos los dos una situación muy parecida: un amor correspondido pero secreto. Y este pensamiento es el peor de todos. Porque amarte de esta forma y saber que no me correspondes duele. Pero imaginar que tú me ames como yo te amo a ti, en secreto y con locura… eso es mucho peor.
Pero es un secreto, nuestro secreto. Yo creo que sí lo sabes, lo presiento en cada mirada, esas intensas y furtivas miradas, como la última vez. Pienso en ti y se me hincha el corazón, bombeando sangre, furioso. Te amo tanto…
Y en secreto, furtivamente, sueño contigo. Y de este modo aspiro a la felicidad. Patético, lo se. Estúpido, muy cierto. Pero es el mío un amor puro, sencillo y eternamente intenso.
Porque, quiero que lo tengas muy claro, te quiero y te amo. Te amo y te quiero.

2 comentarios:

Treintaentertulia dijo...

uyuyuyyyyyy,,...asi que hay una persona que te mola eeeeeeeeehhhhhhhh, no creo que kieras ningun consejo,pero si aceptas uno decirte solo que no sufras por amor, es una mierda, pero mierda, te lo aseguro. mejor solo que mal acompañado! que razon tiene esa frase.
chao!!!!!

Damián F. Maceira dijo...

Pues... me has pillado.... jejejeje pero espero que el día del cumple no se convierta en interrogatorio. Jaja.
Menos mal que me quedan ganas de reir, que por lo demás...
Y tienes razón. EL AMOR APESTA