29 de abril de 2009

23 de Abril: Día del Libro (y de San Jordi)

Palabras escritas en la historia, perpetuadas por toda la eternidad… o hasta que el mundo se acabe y todo lo conocido se desvanezca, convirtiéndose primero en cenizas y luego en polvo.
Cada libro una historia. Cada historia un viaje. Tras todo ello, la mente de un escritor que empuja las palabras al mundo, pariéndolas durante meses e incluso años. Un trabajo como otro cualquiera. Hoy las palabras cobran la forma de la rosa, al menos en Cataluña.
Yo soy de Galicia y mi rosa, intangible por el momento, se traduce en las primeras palabras de un cuento infantil. Quizás sea este un brusco giro en los acontecimientos. Entre tanta sangre desbordada en las novelas más difíciles y adultas de cuantas me atrevo a escribir… la magia de los niños me ha llenado y el deseo de verme rodeado de ellos, leyéndoles los cuentos que yo mismo he escrito por y para ellos ha podido con el crepúsculo de mi alma torturada y oscura. Un rayo de luz.
El día del libro. Curioso que todos los días de todos los años estén dedicados a algo en particular, como si esas cosas no tuviesen valor o sentido en cualquier otro día. ¿Quizás sean días de consumismo, para incentivar un comercio más que nunca muerto? ¿El intento de que el mundo comience a leer? O mucho me equivoco o el que lee, lo seguirá haciendo y el que no, quizás sí se compre un libro porque todos viajamos por el mundo acechando los descuentos, aunque sean estos tan miserables que apenas se note en el precio a pagar. Así somos.
Sea como fuere, hoy es un día para leer. El diario, una revista o mejor, un buen libro. Para un escritor en formación, en proceso vamos, que no se ve comprometido en actos de firmas y lecturas, ni promociones ni nada en absoluto, en cambio, es un gran día para escribir. Es cierto, tal día como hoy, en que todo el mundo mira a las librerías (o casetas de libros de las ferias) parece que los sueños se tornan tangibles y positivos. Y las ganas de verme publicado en alguna parte, una sola vez, cobra más fuerza. Es un deseo.
En Cataluña, el mundo sale en un día de fiesta para gastar un dinero preciado en estos tiempos. Rosas y libros por doquier. Me gusta esa tradición, aunque yo regalaría ambas cosas, pues no hay nada mejor que un buen libro y la rosa, todo el mundo lo sabe, es la reina madre de las flores. Una alegoría del amor y el cariño, en todas sus extensiones y posibilidades. Padres a hijos, enamorados a enamoradas, hermanos a hermanas, tíos a sobrinos…
Que fluyan las rosas, que corra la tinta. Que los libros crezcan, que se llenen los vacíos estantes. Hoy es un gran día. Feliz día del libro. Que recibáis muchos ejemplares… y también muchas rosas.

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