3 de febrero de 2009

CICLOS, PELÍCULAS Y ENTREGAS DE PREMIOS

Escrito el 27 de enero de 2009
EL CICLO DE MI VIDA…

Quiero contaros la realidad tras la ficción, o lo que me pasa cuando doy por zanjada una nueva novela.

En este momento, hoy, estoy en pleno éxtasis porque hace apenas dos semanas que terminé mi última novela. Siempre me pasa lo mismo y creo que se debe al esfuerzo que me supone concluir una historia que me ha acompañado durante meses (y en algunos casos, durante años). En esta ocasión, los personajes y sus historias llegaron a mi durante el verano de 2008, así que has sido seis largos y placenteros meses…
También estoy en éxtasis porque mi buena amiga Diana (la primera persona en este mundo que se ha leído enterita una novela mía totalmente acabada) me dio ayer por la tarde su opinión. Ya me temía yo una crítica horrible, es decir, creía yo que no le gustaría, que le parecería una historia absurda y todo eso (mi negativismo crónico, qué le voy a hacer) cuando (¡y menuda sorpresa me llevé!) anuncia que le ha gustado. Quizás ella no pueda comprender lo mucho que me alegra su opinión, cuánto valoro sus palabras. Y lo feliz que me siento porque le ha gustado mi trabajo. La verdad es que hizo una crítica muy positiva y detallada, algo que nunca habían hecho en base a un trabajo mío. Y cuando anoche llegué a casa, tenía la inspiración por las nubes y unas ganas tremendas de ponerme a escribir (y de hecho, me puse a ello, claro).
Retomando el hilo de mis primeras palabras de hoy sobre mi vida “literaria” (diría laboral, pero para mí un trabajo es algo obligatorio y yo no escribo por obligación, sino por placer y pasión. Aunque deseo que se convierta en un medio de vida algún día). Siempre me pasa lo mismo, o así ha sido en todas mis novelas (sobre todo en novelas, porque con los relatos cortos la cosa es más simple). Vivo una constante subida de ánimo mientras escribo, incluso mientras planteo la historia antes de ponerme en serio con la redacción. Luego estoy en éxtasis, una vez terminada la novela. Me siento en una nube, sonrío aunque esté cansado o aunque el día esté feo. Es un estado pasajero que puede durar dos o tres semanas. Y luego todo cae en picado. Después del éxtasis, me siento triste, feo, solo, deprimido, pequeño, patético… Este estado anímico también es pasajero (gracias a los cielos), suele durar más o menos una semana, quizás dos. Eso, siempre y cuando la inspiración llegue. Sino, mi estado de ánimo emerge poco a poco hasta una línea recta y de ahí no se mueve. Entonces, si la inspiración tarda mucho, siento miedo, pánico. Justo en ese momento me causa un sudor fría contemplar folios en blanco (aunque sea la página de Word del ordenador).
Una vez leí un artículo en una revista de psicología acerca de este particular “ciclo de vida”. El autor decía que en los artistas creadores: escritores, compositores, pintores…), es bastante habitual que después de una obra, cuando la creatividad ha sido liberada, se crea una especie de “efecto vacío” por el cuál la adrenalina desciende en picado y por eso, es normal sentirse un poco alicaído. Leer esto (hay que decir que el artículo era muy extenso y estaba perfectamente explicado, yo lo he resumido intentando simplificar el concepto) me tranquilizó, puesto que si a otros les sucede lo mismo, no debo preocuparme.
Así que mi vida se rige por ciclos: primero alegría, luego éxtasis y finalmente depresión, hasta que vuele la alegría, seguida del éxtasis…
Es un ciclo bastante triste y agotador, que se traduce en novelas y relatos, incluso en pequeños cuentos. Es el ciclo de vida de mis hijos, que son mis personajes y sus historias. Quizás el pequeño precio que debo pagar por mi pasión, que es la escritura. Si es así, no me importa en absoluto. No renunciaré a mis sueños por una nimiedad como esta.
Quizás Diana, con su excelente crítica, haya mermado el último fragmento del ciclo por el hombre muerto. Haber ahora qué opinan Lydia y Sebas puesto que, desde ayer, la novela está en su poder. ¡Espero que les guste!

Post Scriptum: Quizás a mi buen amigo Sebas le resulte un interesante el título de hoy… por eso del Rey León… jeje. ¡Va por ti!
Post Scriptum 2: Como había predicho, no he podido terminar la lectura de “Villa Diamante”. Ahora estoy leyendo “La Trilogía de Nueva York”, de Paul Auster, quizás uno de mi escritor vivo favorito. (En otro caso es Poe, pero de esto ya hablaré otro día).

Escrito el 31 de enero de 2009
“REVOLUTIONARY ROAD”

Ayer fui al cine con Diana a ver la película de Kate y Leo. ¡¡Que película!! Emotiva, salvajemente realista. Esas discusiones, esa cara de Leonardo en las tremendas discusiones… A mi se me quedó grabada especialmente la cara de Kate, su último segundo en escena.
No quiero contar nada porque desvelaría el final, pero es una película muy impactante, o para mí lo ha sido. Aparte de la emoción de ver a los protagonistas de Titanic juntos, tantos años después.
Reconozco que al principio me resultó un poco aburrida, si bien la presencia de sus protagonistas amenizaba la situación. Luego la película crece, se hace consistente y finalmente, impactante. Esas discusiones, esas frases, ese personaje desquiciado… y luego la escena del bosque (que se ve en el trailer, cuando Kate Winslet corre entre los árboles aunque no se sepa el motivo hasta que vemos la película).
Un peliculón por el que Leo debería estar nominado y Kate también… aunque ya lo esté por The Reader, película que veré en cine en cuanto se estrene. En resumen… una película recomendable.

Escrito el 02 de febrero de 2009
LOS GOYA

Siempre he pensado en los premios de la Academia del cine de España como un vano intento por eclipsar o imitar a los Oscar. Anoche quedó claro que es así. Como cada año, es la segunda de las tres ceremonias que veo: primero los Globos de Oro (que ya mencioné anteriormente), luego los Goya y finalmente, los Oscar.
Hablando un poco de la gala, destacaría positivamente a Carmen Machi. Logró que olvidásemos a Aída para centrarnos en ella (con un primer vestido horrible, un segundo modelo muy acertado y el tercero simplemente pasable). No se coló en ningún momento, aunque la música siempre entraba a destiempo, mientras ella terminaba sus presentaciones. Mucho mejor que Corbacho, sin duda alguna. También me gustó la entrada de Manuela Velasco en un claro homenaje a “Rec”… fue divertido y bien montado.
Sin embargo no me gustó el comportamiento de actores, directores y demás personajes del público, más pendientes de las cámaras y las pantallas que de la gala (siempre mirando y cuando les enfocaban, riendo falsamente, o haciendo guiños, o besándose con sus parejas… un horror).
En cuanto al palmarés de la noche… la clara vencedora fue “Camino”, algo sin duda esperado. Se llevó seis de los siete premios a los que optaba, incluyendo el de mejor película, mejor director, mejor actriz protagonista y mejor actriz revelación para una nerviosa Nerea Camacho. Empatadas en premio se quedaron mi favorita, “Los crímenes de Oxford” y la rapera “El truco del manco” que se llevó el de mejor actor revelación (para El Langui) y mejor dirección novel.
Y como siempre en los Goya, películas mega-nominadas que se van de vacío… o casi. Ejemplos como “Los Girasoles Ciegos” que se llevó uno de quince, “Solo quiero caminar”, con uno de once o “Sangre de Mayo”, cero de siete.
Así como se sabía que Camino arrasaría, también estaba claro el Goya para Penélope Cruz. Merecido o no, está claro quién es la niña bonita del cine español, ¿verdad? A mí particularmente no es una actriz que me apasione, ni siquiera que destaque. Vale, me gustó mucho “Volver”, pero sus otras películas… a mi no me gusta, siendo sincero.
Vamos, unos Goya como otros, con la misma pauta de siempre. Esperaré con ansia la llegada del 22 de febrero… y los Oscar.

“LA TRILOGÍA DE NUEVA YORK”

¡¡He terminado de leerme el libro de Auster!! Y lo exclamo y lo pronuncio con alivio porque… ¿es este uno de los grandes libros de nuestro tiempo? La verdad es que, o yo soy muy negado… o el libro es un fiaco, pero la verdad es que no me ha gustado para nada.
El libro incluye tres novelas cortas. La primera es interesante, bien escrita, entretenida. La segunda un verdadero lío (en lugar de nombres, colores; una forma de escribir muy lenta…) y la tercera… esa es la peor porque comienza y te da sorpresas (regreso a la primera novela) pero luego, cuando esperas que te den una solución, un punto y final… el libro se acaba y te quedas ahí, sentado con cara de tonto.
Vamos, que no me ha gustado nadita de nada.
Ahora me enrolaré en “Los Cuentos de Beedle el Bardo”, libro de Rowling extraído del mundo mágico de Harry Potter. Y luego, si no se ofrece nada mejor, quizás vuelva a leerme los siete volúmenes de dicha saga. Eso si, sin descuidar mis proyectos actuales, que ya estoy escribiendo como un loco después de dar el carpetazo a la anterior (y según parece buena) novela.

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