25 de diciembre de 2011

Hace doce años...

¿No es increíble lo que pueden llegar a cambiar las cosas en tan solo doce años?
El 25 de Diciembre de 1999, cuando me levanté por la mañana, bajo el árbol de navidad había varios paquetes con mi nombre escrito en letras negras. En mi casa, Santa Claus suele traer ropa, libros... y los Reyes Magos se encargan de los juguetes y esas cosas. Así pues, aquel día bajo el árbol había alguna prenda de ropa, quizás un frasco de colonia... y un libro.
Un libro como cualquier otro.
Un libro que no tenía, a simple vista nada especial.
Un libro que, sin ser nada más que un montón de páginas encoladas y cosidas, estaba llamado a cambiar mi vida para siempre.
Porque no era un libro cualquiera, sino uno de mis mejores amigos. Porque no era un libro de cuentos, o cualquier libro de esos que todos tenemos adornando las estanterías y que hemos leído una vez, sino ninguna... Aquel libro que Santa Claus me trajo por petición de mi hermana, era "Harry Potter y la Piedra Filosofal".
Y aquel libro, se convirtió en el primero de una obsesión, de una forma de vida... de un sueño.
De aquello hace ya doce años... la aventura ha llegado a su conclusión. Incluso lo hemos visto en la pantalla grande... y algún día, pasaré el testigo de esa grandiosa historia a mis pequeñas princesitas... pero aún y con todo, hoy que es navidad y todo se vuelven recuerdos y emociones, no puedo evitar sentir que un escalofrío me recorre la espalda cuando pienso que en un día como hoy, hace doce años... mi vida cambió por completo.

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