25 de agosto de 2011

Super 8

Al fin, tres días más tarde de lo previsto (por motivos de salud), he visto la última película de J. J. Abrams (artífice de la épica serie "Lost", un clásico de la televisión actual).
Las expectativas en el momento de salir de casa eran altísimas. Lo muy poco que he visto (básicamente el póster que acompaña este artículo, y el trailer emitido antes de "Capitán América") prometen altas dosis de acción y misterio, al tiempo que aquellos que ya la han visto opinan de ella de forma muy satisfactoria. Así las cosas, he aquí mi pequeña crítica sobre una película cuanto menos, esperada...

La realidad de "Super 8" (y como siempre, advierto de la posibilidad de spoilers aun sin ser esa mi intención) es que merece la pena, y mucho, asistir a las salas de cine a verla.
Si bien la historia recuerda en ciertos aspectos a "E.T.", en realidad es una original y acertada apuesta por la regresión al cine de antes: una gran historia, con un gran guión, y rodada de forma magistral.
Aunque podría quejarme del doblaje (en ocasiones demasiado flojo) no voy a hacerlo en este caso, puesto que considero que lejos de desmerecer a la película, nos hace sentir que esos niños medio perdidos en una aventura que les queda (parece) demasiado grande, son aún más pequeños e indefensos de lo que finalmente demuestran ser. Y es que estos chicos (el futuro cinematográfico de una realidad paralela?) saben lo que hacen...
"Super 8" nos arrastra a aquel mundo, para mi desconocido, que se abría ante los jovencitos americanos con la llegada de las cámaras de grabación a sus hogares. Algo en apariencia tan sencillo, desató la desbordante imaginación de algunos chiquillos que hoy son figuras de renombre en el firmamento de Hollywood (Spielberg, que ejerce de productor, es uno de ellos). Y lo que empieza siendo una inocente película de niños se transforma de pronto en una colosal aventura donde "algo" se escapa de un vagón de tren tras un impresionante e impactante accidente ferroviario.
Muchos quizás piensen que eso resta parte del interés a la película, definida por Abrams como un intento de emular a las películas de aquellos años... pero aún con los imprescindibles (y geniales) efectos especiales, los movimientos de cámara, los diálogos y en general la coreografía de las escenas nos mantienen en la extraña ilusión que su autor tan hábilmente crea.
"Super 8" es pura cinematografía, un ejemplo que muchos debería emular. El cine dentro del cine, en un cine de calidad... algo poco usual en un momento en que pesan más los billetes en el bolsillo que las historias contadas o el modo de contarlas.
Y por esto, queridos míos, es por lo que uno quiere. anhela y desea, ser parte de la inceíble industria del cine...

Por cierto... si vais a verla (y espero que si) no os apresuréis a levantaros... quizás queráis ver un trocito de los títulos de crédito :)

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