12 de julio de 2011

Harry Potter Week, Parte II: la magia de los libros

"Eso es lo que te diferencia de Tom Ryddle. Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades. Si quieres una prueba de que perteneces a Gryffindor, te sugiero que mires esto con más detenimiento. [...] Sólo un verdadero miembro de Gryffindor podría haber sacado la espada del sombrero, Harry -dijo simplemente Dumbledore.
La recompensa de Dobby - Harry Potter y la Cámara de los Secretos.




El 21 de Julio de 2007, seguidores de la saga de todo el mundo estábamos ansiosos por adquirir un ejemplar del libro que cerraba definitivamente la historia del joven mago. Habían sido aproximadamente diez años de larga espera, amenizados siempre por acontecimientos que nos permitían continuar soñando, perod esde el día en que leímos el primer capítulo de "Harry Potter y la Piedra Filosofal" y supimos que su autora planeaba escribir una serie de siete libros, habíamos estado preparándonos para ese mismo momento. El momento del adiós.
Había sido en el año 1997 (el 30 de Junio) cuando finalmente, una autora desconocida consiguió hacer su sueño realidad. La editorial Bloomsbury editó el primer libro de la saga sin grandes pretensiones. Nada podía prever el éxito que vendría, el fenómeno que acababa de despertar... ¿O tal vez sí? En el primer volumen de la saga, la profesora McGonagall hace una especie de premonición...
"Todos los niños del mundo conocerán su nombre".
Es que McGonagall es una gran bruja... ;)

En mi caso, "Harry Potter y la Piedra Filosofal" llegó con el final de un milenio. En julio de 1999, mi hermana me regaló el primer libro de la saga por mi cumpleaños (que curiosamente, es un día antes que el de Harry Potter y su autora). Reconozco que en un primer momento no me lo leí, pero al terminar el verano estaba deseando más y más. Internet era una fuente de información importante, pero el segundo volumen de la saga me lo leí en la biblioteca del colegio y no fue hasta 2002 que ahorré para comprarlo.
No recuerdo lo que sentí al leer por primera vez la primera de las historias de Harry Potter, pero sí recuerdo que me marcó, como me han marcado cada una de sus aventuras.
Es curioso que los siete volúmenes de la saga han llegado a mis manos en momentos muy particulares en los que necesitaba el apoyo de alguien, un fiel amigo. Momentos duros, tristes, en los que me sentía particularmente solo... y en los que hallaba el consuelo de sumergirme en las páginas de estos libros, caminando por Hogwarts acompañando a alguien que, si bien no existía en el mundo real, se había convertido en una especie de alma gemela.
Con las historias de Harry Potter he caminado sendas especialmente oscuras, dejándome guiar por la luz de sus varitas y el resplandor de sus hechizos, y a lo largo de casi diez años he conocido con ellos partes no solo de un mundo mágico salido de la mente de Rowling, sino partes de mí mismo que desconocía.
Harry Potter se ha convertido en una especie de hermano mágico, del mismo modo en que Albus Dumbledore me ha guiado con sus consejos. A través de sus palabras (a veces enrevesadas e indescifrables para un niño) he encotnrado una filosofía del bien y el mal, una diferencia que me ha llevado a querer ser... mejor. Ron Weasley es un amigo, y Hermione la dama de los sueños de cualquiera que ansíe la perfección. Quizás... la única mujer que ha conquistado mi corazón, más allá de la familia, por supuesto.
Leer los siete libros de Harry Potter ha sido (y todavía es, cada año) una experiencia única. Si los primeros los leía con calma, capítulo a capítulo antes de dormirme, los últimos libros los devoraba literalmente en una noche. Así, la noche del 23 de Julio de 2007 (otra casualidad, el día del cumpleaños del actor que lo interpreta en la gran pantalla), cuando mi madre me regaló anticipadamente el séptimo libro en inglés, me lo leí de golpe, maravillándome con cada escena, con cada frase y con cada palabra, en un libro que entremezclaba a la perfección la tensión ante el inminente final con la emoción de una despedida espectacular.
Era el final del sueño. Todo había sido contado y, si bien quedaban películas por ver (y un nuevo libro, "Los Cuentos de Beedle el Bardo"), la saga literaria había terminado. Conocíamos el destino de todos los personajes, habíamos leído la batalla final y sabemos ya quién vive y quién muere.
Esa noche, la noche en la que conocí el final del sueño, la recuerdo vívidamente como una noche especial.
A pesar de ser verano, hacía frío. Así que me leí el libro (en inglés) junto a la cocina de leña. Leía rápido, parándome solo de vez en cuando para consultar alguna palabra en el diccionario. Recuerdo sentir melancolía con las primeras páginas, haber reído con algunas escenas, sentido alegría al encontrar a viejos conocidos... y el grito de terror que emití al leer un capítulo en el que el plan final quedaba al descubierto, el momento en el que conocíamos la verdad... de la verdad. En ese momento recuerdo haber dejado el libro sobre la mesa, llevarme las manos a la cara y llorar. No un llanto emocionado, sino... un llanto de desesperación. Quería seguir leyendo pero me aterraba leer más. Y al final, me enfrenté a las últimas páginas del libro y una vez leídas, con lágrimas en los ojos, suspiré porque al fin lo sabía todo.

Harry Potter ha marcado mi vida y en muchos aspectos, ha definido una parte de lo que soy. En sus páginas he encontrado un refugio, una suerte de hogar fantástico en el que convivir con iguales. Y qué si soy un simple muggle... en el fondo, muy en el fondo... sigo esperando una lechuza que me diga que he sido aceptado en Hogwarts. Ya no tengo once años pero quién sabe, quizás ahora impartan allí carreras universitarias... mágicas...

Mañana, el "último" refugio fan: las películas.

2 comentarios:

Tito Garraf dijo...

a mi me vino la saga de la mano de mi hijo. Pensé....¿qué coño hace mi hijo leyendo un tocho como este? Empecé el primero, y ya no pude parar. comentaba con mi hijo nuestras lecturas. Eso, nos unió mucho, por lo que a harry potter, le debo además de momentos deliciosos, el haberme acercado a mi hijo a través de la lectura. buen rollo no? Saludos y gracias por seguirme

@titogarraf
facebook Tito garraf
http://www.titogarraf.blogspot.com

Damián F. Maceira dijo...

Gracias a ti por leerme y por compartir tu historia.
Realmente, la magia de Harry Potter está en todo aquello que nos ha ido sucediendo a lo largo de todos estos años. Nuestras vidas han ido avanzando a medida que avanzaba su historia y eso... es indescriptible.