6 de julio de 2009

Incertidumbre

Con el ánimo levantado de nuevo tras el fiasco de la editorial, luego de unos días de paro total y absoluto, mientras continúo escribiendo varias novelas, no puedo evitar que una suerte de miedo invada cada partícula de mi cuerpo. O tal vez no sea miedo, tal vez sea incertidumbre ante un futuro incierto. ¿Qué será de mi después del verano?
No es un secreto para nadie que este año dejé los estudios (temporalmente) porque, seamos sinceros y más allá de otros problemas surgidos en el marco del dinero, estudiar en la universidad es costoso… y encima dicen que con esto de la reforma educativa y el Plan Bolonia las cosas empeorarán. No entraré en polémicas y me abstengo de soltar opiniones porque no estoy demasiado informado acerca de todo eso.
La cuestión es que llevo un año buscando algún trabajo, por corto que sea, para ahorrar algo. He trabajado ya en algunos sitios y ahora mismo me encuentro ganando un poco de dinero, que no es suficiente sin embargo para procurarme un colchón con el que afrontar un nuevo curso universitario. Aparte de todo eso… sí, la verdad es que había depositado mis esperanzas en la editorial y la novela para surgir de mis cenizas, pero dado que por el momento la cosa no ha funcionado…
Quizás deba arriesgarme, entrar de nuevo a la universidad con la esperanza de que en los próximos meses encontraré un editor. Pero tampoco es un secreto que soy bastante cobarde, así que… simplemente no podría dormir tranquilo dejando tantas cosas al caprichoso azar.
Así que esto en medio de un mar de dudas, anegado por esa incertidumbre ante el futuro más oscuro de mi vida. No veo absolutamente nada en el futuro (aparte de la resolución final a esos asuntos ya comentados, esas decisiones tomadas que deberán ser puestas en marcha). No tengo trabajo, no tengo perspectivas de estudio y el mundo editorial se pone más difícil conforme avanzan los días.
La lucha continúa, por supuesto. Soy consciente de que en los últimos artículos rocé la depresión, porque estaba francamente hundido y las palabras estaban llenas de una tristeza del todo inevitable. Pero las cosas cambian y puesto que éste es mi año, que no se le olvide a nadie, me refugiaré en el positivismo más exaltado. Todo sonrisas, ninguna lágrima, nada de temores. Solo literatura y creatividad, imaginación y fuerza. Y muchas, muchísimas ganas de triunfar. Tal vez sea esta la receta mágica, la fórmula perfecta.

3 comentarios:

Damián F. Maceira dijo...

QUE ALGUIEN SE ATREVA A DEJAR UN COMENTARIO, POR DIOS!!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, la verdad no soy muy amiga de estos blogs (no porque no me gusten, sino porque no los entiendo...jaja) pero heme aqui damián dejandote mis palabritas....Y si la universidad no será cara! me cobran una fortuna para matricularme nomas y despues mantenerla, ni te cuento! pero vos ya estas familiarizado...pero animo amigo, al principio es dificil encontar algo que realmente nos guste, pero asi se empieza y ¿quien dijo que se pueden conseguir las cosas tan fáciles? Tal vez no sea ahora, tal vez no sea dentro de 10 meses, pero cuando se tiene talento tarde o temprano se hace notar... asi que no penses en tu derrota sino en tu futura vistoria, que quien sabe puede estar muy cercaa... :)

Leprosita

Treintaentertulia dijo...

solo puedo decirte que estoy de acuerdo con tu amigo anonimo. Por cierto, estoy leyendo el secreto de los warren